Historia
Una casa, un hogar.
La decisión de restaurar A Casa de Filomena allá por el año 2003 se debió esencialmente a la ilusión de construir más que una casa, un hogar. Ese lugar donde agrupar y disfrutar de la familia y los amigos. Y así fue.
Fue un proyecto de rehabilitación pausado, disfrutando del proceso y siempre con la intención de mantener y recuperar la propia esencia de la casa tradicional gallega. Para ello, quisimos saber un poco más de la Señora Filomena, la última persona que habitó en la vivienda.
A nosotros llega una historia de una mujer luchadora e independiente que nunca pasó por vicaría ni dejó descendencia. Su día a día transcurría entre la tranquilidad de la aldea de Rosomil y la dureza del trabajo diario en el campo.